5. Aceite de oliva
El aceite de oliva no sólo es bueno para cocinar, también es un alimento rico en antioxidantes que combate los daños del sol. Incorporar aceite de oliva regularmente en la dieta puede ayudar a reducir el enrojecimiento causado por la exposición al sol en un 35%.
Las propiedades del aceite de oliva ayudan a frenar el envejecimiento de la piel, contribuyen a equilibrar los radicales libres, previniendo el daño y recuperando la piel, esto es debido a su rico contenido en ácidos grasos naturales y a su aporte de vitaminas E y K.
El aceite de oliva posee una gran capacidad para reparar los tejidos de la piel que estén dañados, acelerando la recuperación, gracias a su alto aporte de vitaminas. También, ayuda a aclarar manchas que hayan aparecido en la piel de forma natural, ya sea por antiguas heridas o por los rayos ultra violetas.
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