En muchas partes de Honduras, es costumbre durante las mañanas comer una semita con café para el desayuno. Este es un pan dulce tradicional que hace muchos años estaban hechas para durar, ya que debían conservarse y aguantar los largos viajes entre España y Filipinas; duraban de cuatro a ocho meses. Una deliciosa preparación que se ha convertido en parte de la cocina hondureña, agregando ese toque especial que no puede faltar el muchos hogares del territorio nacional.
Este pan era muy consumido por las personas de escasos recursos en la época colonial, el cual se preparaba de diferentes formas en cada país. Hoy en día existe una variedad de semitas que se han renovado el corazón de las personas como ser la semita de yema, semita de arroz, semita pelona y semita larga. Todas estas creaciones forman parte de nuestras tradiciones, ya que son un acompañante ideal de el café de la mañana o tarde.
Una delicia que se disfruta a todas horas
La semita de yema es una evolución del bolillo español, combinados con los productos autóctonos de nuestro país cinco estrellas. Es en 1910 que se elabora por primera vez en Tegucigalpa este pan, a manos de dos damas Españolas que se asentaron en nuestra ciudad; esto fue algo que al pasar de los años, fue quedando como una tradición oral el arte de elaborarlas.
El secreto de su sabor especial son sus ingredientes, la rapadura de dulce, los huevos frescos, harina de arroz. Hay varios sub-productos derivados del pan de yema: bollitos, manitos, deditos, viejitas, trenzas
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La semita es un producto con tradición hondureña que podemos recrear con las recetas de la abuela, con el privilegio de probar un producto recién horneado y con los mejores ingredientes, sin preservantes para darle ese toque casero.
Las semitas son un aperitivo delicioso y que además se pueden acompañar con cualquier bebida como jugos naturales o refrescos, y es un tipo de pan muy comido en Centroamérica, ya sea como merienda, desayuno, cena o a cualquier hora del día.
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