Dentro de las raíces culinarias encontramos la salsa sriracha, un tipo de salsa picante originaria de Tailandia, elaborada con chiles rojos, ajo, vinagre, azúcar, y sal. Este tipo de ingrediente se ha comercializado entre las comidas rápidas, restaurantes de cocina fusión y en las cocinas domésticas.
Hay varias teorías sobre el origen real de esta salsa tailandesa. Por ejemplo, se dice que la primera persona que elaboró la salsa Sriracha fue una mujer llamada Thanom Chakkapak que vivía en la ciudad homónima.
Por su parte, según la Asociación de Amantes de Si Racha, los inicios de esta salsa se remontan a unos trabajadores de aserraderos birmanos que iban una pequeña tienda de Si Racha a comprar chiles, vinagre, sal y azúcar. Luego lo mezclaban en un mortero para hacer una salsa. La dueña de la tienda, conocida como Ah Pae, tomó la receta de los obreros birmanos y comenzó a elaborarla ella misma para ponerla a la venta en su negocio. Y así hay infinidad de la originalidad.
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¿Cómo servir este tipo de salsa?
Con este tipo de salsa puedes preparar una diversidad de recetas picosas si eres amante del chile, o bien para marinar algún tipo de carne. Prácticamente para cualquier tipo de preparación la puedes usar por ejemplo, en guisos, para crear otras salsas para dips, marinados, agregarlos a alitas y hasta para rebozar carnes.
En Tailandia se suele servir la salsa Sriracha con marisco y verduras, pero su uso como condimento se ha ampliado a otros muchos alimentos. Y es que esta salsa picante ha cobrado protagonismo tanto en establecimientos de comida rápida de todo el mundo como en restaurantes con una oferta culinaria basada en la fusión. Por supuesto, son también muchos los hogares que la elaboran de forma casera.
Este ingrediente ha tenido mucha popularidad en distintos países, y se ha adaptado a la gastronomía de muchos, debido a que se ha convertido en un complemento en los platillos mas sabrosos, donde el picante se ha puesto muy de moda.
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Exótica y picante ¿Cómo prepararla de forma casera?
Quitar el tallo de los jalapeños rojos, licuar junto con los dientes de ajos pelados, el azúcar y la sal. Licuar hasta incorporar totalmente. Verter la mezcla dentro de un frasco de vidrio y dejar reposar a temperatura ambiente. Checar el frasco por su fermentación hasta que se formen burbujitas en la parte de abajo, mover la mezcla con una cuchara diariamente y esperar que deje de subir. Verter la mezcla a la licuadora y agregar el vinagre blanco y licuar hasta tener un puré. Colocar la mezcla encima de un sartén, y cocinar hasta que la salsa espese y refrigerar.
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