4. Olvídate del aceite
Uno de los errores que más cometemos al cocinar la pasta es añadir un chorro de aceite “para que no se pegue”. El aceite crea una fina capa de grasa sobre la pasta que la vuelve escurridiza e impide que se adhiera bien la salsa. Para que no se pegue, basta con añadir la cantidad suficiente de agua y remover de vez en cuando.
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