De las torrejas, también llamadas torrijas o tostadas según la zona de nuestro país Honduras. Son uno de los platillos que más se prepara en las vísperas de Navidad, ya que so delicioso sabor a miel prevalece. Por eso hoy te contaremos un poco de su historia y de sus características.

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En el mes de diciembre es muy raro que no encuentres en cualquier lado las deliciosas torrejas. Lo mejor de este platillo es que existen diversas formas de realizarlos, ya sea de dulce, de leche o de pinol.

Un postre que tiene procedencia de muchos años atrás

Historia de la torreja

La torrija o torreja aparece ya documentada en el siglo XV, al parecer como plato indicado para la recuperación de parturientas. Las primeras recetas se remontan al Libro de Cocina de Domingo Hernández de Maceras y Arte de cocina, pastelería, bizcochería y conservería de Francisco Martínez Motiño. La torrija era a comienzos del siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino.

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Aunque las torrejas, más parecidas a tal y como las conocemos ahora, nacen como una costumbre muy alejada de la celebración de la Semana Santa y Navidad.

Estos dulces elaborados a base de pan duro, huevos, azúcar, leche o vino comenzaron a preparase para aliviar a las parturientas al dar a luz y favorecer su recuperación postparto allá por los años 1600. En un principio las torrijas se preparaban con rebanadas de pan de pequeño tamaño, y se servían acompañadas de una copita de vino.

La torreja es uno de los postres más preparados para la nochebuena

¿Cómo llegaron a ser un dulce de Cuaresma y Semana Santa? 

No se sabe como las torrejas se han instaurado como postre típico en estas fechas, pero lo cierto es que al ser un alimento saciante y calórico que aportaba energía, comenzaron a incluirse en la cuaresma para compensar los períodos de abstinencia de algunos alimentos. Aunque la verdad cuesta creer que en la Edad Media sobrase mucho pan duro y el comer carne fuera tan abundante como para echarla de menos durante la Cuaresma.

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Las torrejas se asocian a tiempos difíciles y de estrecheces económicas, en las que disponer de un elemento barato y asequible como los restos del pan permitían poder comer algún dulce de vez en cuando sin gastar mucho. De hecho para preparar torrejas, lo ideal es que el pan sea algo duro, de dos o tres días, también se elaboran de vino dulce, porque la tradición popular nos dice que las torrejas representan el cuerpo y la sangre de Cristo.

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Más adelante, a comienzos del siglo XX, las torrijas perdieron un poco su vinculación religiosa y se hicieron habituales en las tabernas madrileñas, acompañadas por un vaso de vino.

Un manjar a base de miel

Origen en Honduras

Este manjar dulce llego a Honduras en el tiempo de la conquista de Cristóbal Colón en el año de 1502 en su cuarto y último viaje al Nuevo Mundo. Recordemos que Colón venía con sacerdotes y personas que eran fieles creyentes de la religión católica, por lo tanto, los compañeros de Colón inculcaron a los indios la importancia de comer torrijitas en estas fechas festivas.

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Con el paso del tiempo esta receta, tuvo varios cambios en Honduras, por ejemplo el nombre, de llamarse a torrijita pasó a ser torreja. Y los hondureños decidieron agregarle un sabor más intenso que es la pimienta gorda, un ingrediente proveniente de Mesoamérica.

Y así fue como este exquisito postre nació, y ahora reina en diferentes platillos del mundo solo que con diferentes nombres y formas de preparar. Pero la mayoría de estos países lo sirven en la Semana Mayor y Navidad.

Un postre que llego a nuestra bella tierra para quedarse

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