2. Sustituir productos o medirlos mal
Otro de los errores más comunes es sustituir productos por otros parecidos, por ejemplo, azúcar glass por azúcar estándar, huevos enteros por solo claras o yemas, mantequilla derretida por aceite; modificar la receta por muy minúscula que sea la diferencia hará que el resultado sea completamente diferente al esperado. Lo mismo aplica para la cantidad de ingrediente utilizado. Las recetas están formuladas para rendir de cierta manera, si las cambiamos, afectamos el rendimiento.
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