En esta ocasión nos dimos una vuelta por la Galera de Blanquita. Un lugar diferente fuera de la ciudad de Tegucigalpa y perfecto para relajarse y compartir con la familia o amistades. Los deliciosos platillos típicos y carnes asadas que ofrece este restaurante son su mayor atractivo.
El recorrido comenzó en el Campo de Parada Marte, introduciéndonos en la zona que conduce a la carretera de Aldea Mateo en el kilómetro 6.5. Definitivamente sus paisajes de campos verdes dan la sensación de estar llegando a un pueblo donde lo único que se transmite es paz y tranquilidad.
Una vez llegando al lugar que se encuentra ubicado a orilla de carretera, salió a recibirnos Blanquita. Una mujer llena de carisma y vitalidad. Una emprendedora hondureña que nos hizo sentir como en casa, y por supuesto, nos compartió la historia de cómo surge este mágico lugar.
Una divertida historia
La Galera nace debido a un pequeño percance familiar. Blanquita y su esposo Antonio, junto con su familia siempre se reunían para hacer comida y disfrutar los fines de semana o días festivos. Según nos relató, un día uno de los pequeños de la casa quebró un jarrón antiguo que era de la reliquia familiar y a lo que Blanquita le replicó a su esposo: “deberías de hacerme una galera fuera de la ciudad para que los niños anden libremente”.
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Y quien diría que ese sería el inicio de este hermoso sueño. Con el pasar del tiempo y con mucho sacrificio su esposo comenzó a construir la galera, fue él quien poco a poco con sus propias manos le daba vida a ese sueño. Mientras Antonio era quien clavaba, su esposa se encargaba de sembrar árboles y plantas alrededor, hasta que un día terminaron el lugar que se convirtió en el nuevo punto de encuentro para las reuniones familiares.
Un legado que nunca se olvidará
Al principio no tenían la intención de convertirlo en un restaurante, es más, ni se les cruzaba por la mente. Pero hace cinco años, a consecuencia de la criminalidad que vive el país, Antonio falleció. Convirtiéndose ella, Blanquita, en una sobreviviente de ese terrible suceso y quedando viuda. Aunque no se sintió sola, ya que él le dió la fuerza necesaria para sacar adelante su familia. Fue así que comenzó a trabajar en el lugar para convertirlo en lo que es ahora, un sueño que no ha sido nada fácil pero que ha dado buenos frutos.
Comenzó vendiendo panes con frijoles, al día vendía un promedio de 500 panes. Después ella hacia los chicharrones y chorizos para la familia hasta que un sobrino le dijo: “tía yo creo en tu producto, deberías de venderlo” y ahora son los platillos principales del restaurante.
El sazón de Blanquita
La comida que más caracteriza el lugar son los chorizos criollos elaborados por Blanquita. Los prepara con especias, amor y sin duda un secreto que les da el punto exacto para convertirlos en los mejores chorizos criollos de la zona. Aparte, ella misma elabora la tripa natural o funda que recubre al embutido, haciendo que sea un producto de alta calidad. Y tanto es el éxito de este producto que ella los vende crudos o preparados. Además, próximamente lanzará su marca oficial para poder distribuirlos a nivel nacional.
“Estos chorizos me los piden en Estados Unidos y hasta España, los mando en encomiendas con personas conocidas. Es algo tan bonito lo que me ha pasado, porque personas que no conozco me escriben a la página de Facebook para encargarme los chorizos y felicitarme por el producto. Eso sin duda me llena de satisfacción” expresó Blanquita.
Aparte de elaborar estas delicias criollas, el restaurante ofrece otros platillos típicos como es el caso de la suculenta yuca con chicharrón acompañada de una salsa roja y un «chilero» especial, y muy pedido por los comensales ya que se trata de cebolla triturada, zanahoria, todo muy bien condimentado convirtiéndolo en el chile ideal para estas típicas comidas.
Las carnes asadas no se quedan atrás ya que son de los mejores cortes y calidad. Ya sea de cerdo o res, son muy suaves y deliciosas, acompañadas de frijoles refritos, plátano, cuajada y tortillas 100% de maíz; que sin duda les da ese toque extra.
“Quiero convertir a Mateo en la nueva ruta del chicharrón y los chorizos. Esa es otra de mis luchas, ubicar al pueblo en el mapa y así impulsar el turismo de la zona para generar empleos”, comenta Blanquita.
La Galera abrió sus puertas al público en noviembre del 2018. Pero a pesar de ser un lugar un tanto reciente, el negocio se ha tornado con una popularidad increíble y que muchas veces no se dan abasto ya que solo atienden los sábados de 11:00 am a 6:00 pm pero próximamente se abrirá todo el fin de semana.
Blanquita una mujer multifacética llena de luz y esperanza. Contagia a sus clientes de mucha alegría, llenándolos de satisfacción ya que quien prueba sus delicias típicas, sin duda regresa a este rústico y bello lugar.
Te invitamos a que visites La Galera de Blanquita y pruebes el verdadero sabor del chorizo criollo.