Descripción de la receta
El otoño nos regala ingredientes y sabores únicos, y la calabaza es sin duda uno de los favoritos de la temporada. Si eres amante de las galletas suaves, llenas de especias y con un toque dulce de chocolate, estas galletas de calabaza y canela son la opción perfecta para ti. En esta receta, combinamos la calidez de la canela y la nuez moscada con la dulzura natural de la calabaza y el toque irresistible de las chispas de chocolate, logrando un postre que hará que toda tu casa huela a otoño.
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Galletas de calabaza y canela
Estas galletas destacan por su textura suave y esponjosa, gracias al puré de calabaza que, además de sabor, aporta una humedad perfecta. La combinación de especias no solo evoca el aroma acogedor de la temporada, sino que también resalta el sabor de la calabaza, haciendo que cada bocado sea una experiencia única. Además, las chispas de chocolate agregan un contraste delicioso, aportando un dulzor sutil que hace que cada galleta sea verdaderamente adictiva.
Lo mejor de esta receta es su facilidad. En menos de 30 minutos tendrás una bandeja llena de galletas frescas y listas para disfrutar. No necesitas ser un experto en repostería; basta con seguir unos simples pasos para lograr unas galletas que encantarán tanto a niños como adultos. Estas galletas son ideales para servir como postre o para acompañar una bebida caliente en esos días frescos de otoño.
Además, es una receta versátil que puedes personalizar fácilmente: agrégales nueces para un toque crujiente o sustitúyelas por chocolate blanco si prefieres un sabor más suave. No importa cómo las prepares, estas galletas de calabaza y canela con chispas de chocolate son una invitación a disfrutar de los sabores de la temporada en su máxima expresión.
¡Anímate a prepararlas y sorprende a tu familia y amigos con un toque otoñal que, sin duda, se convertirá en una tradición en tu hogar!
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Ingredientes
- 1 ½ tazas de harina de trigo
- ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
- ½ cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita de canela en polvo
- ¼ de cucharadita de nuez moscada
- ¼ de cucharadita de jengibre en polvo
- ¼ de cucharadita de sal
- ½ taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- ½ taza de azúcar granulada
- ¼ de taza de azúcar morena
- ½ taza de puré de calabaza
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 taza de chispas de chocolate
Paso a paso
- Precalentar el horno a 180 °C (350 °F) y forrar dos bandejas para hornear con papel pergamino. En un tazón mediano, mezcla los ingredientes secos: la harina, el bicarbonato de sodio, el polvo de hornear, la canela, la nuez moscada, el jengibre y la sal. Reserva.
- En otro tazón grande, bate la mantequilla con el azúcar granulada y el azúcar morena hasta obtener una mezcla suave y cremosa, aproximadamente 2-3 minutos.
- Añadir el puré de calabaza y el extracto de vainilla a la mezcla de mantequilla y azúcar. Bate hasta integrar bien.
- Agrega poco a poco los ingredientes secos a los húmedos, mezclando solo hasta que no queden rastros de harina. No sobrebatir para evitar que las galletas queden duras.
- Incorpora las chispas de chocolate con una espátula, asegurándote de que queden bien distribuidas en la masa.
- Formar las galletas: con una cuchara para helado o una cuchara grande, toma porciones de masa y colócalas en las bandejas preparadas, dejando aproximadamente 5 cm de separación entre cada galleta.
- Hornear en el horno precalentado por 12-15 minutos, o hasta que las galletas estén ligeramente doradas en los bordes. No se expandirán mucho, así que asegúrate de darles la forma deseada antes de hornear.
- Saca las galletas del horno y déjalas enfriar en la bandeja durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo.