Los Panecillos Juanita son una joya gastronómica de las calles de Tegucigalpa, ya que ofrecen sus deliciosos panecillos desde 1954 hasta la actualidad.
Son 65 años de auténtico sabor catracho que se ven reflejados en estos deliciosos manjares, que a pesar del tiempo su receta sigue siendo justamente la misma.
Ubicados en el barrio “La Bolsa” a la vuelta del Hospital San Jorge, se encuentra este lugar lleno de historia y tradición.
Un negocio de antaño
Este comedor Juanita ha encantado el paladar de los hondureños, y es que ha pasado de generación en generación.
Una vez que pruebas estos pancitos inmediatamente querrás regresar, ya que el rico sazón que lleva los frijoles fritos combinados con el pan artesanal y preparado al fogón son una verdadera sensación para nuestro paladar.
Este histórico lugar, abren sus puertas al público desde las 6:30 de la mañana ya que ellos ofrecen esta exquisitez como desayuno, así que si te das una vuelta tipo 10:00AM no encontrarás este manjar capitalino, ¡porque el que madruga desayuna panecillos Juanita!
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Tradicionalmente al fogón
Estos pancitos con frijoles y mantequilla o con frijoles y huevo, son preparados tradicionalmente en fogón, y eso justamente es lo que le da el toque diferente y especial, ya que vienen bien tostados.
De igual forma otro ingrediente que es protagonista de estas delicias, es la receta secreta de sus frijolitos fritos, te hace viajar al pasado con cada mordida y te recuerdan ese saborcito de la abuela.
¿Y si los quieres a domicilio?
Panecillos Juanita ofrece a sus comensales envió a domicilio únicamente que tu pedido tiene que ser mayor a 20 panes, ya sea que los quieras encargar para un desayuno de trabajo, para la escuela de tus niños o simplemente disfrutar con la familia, solo tienes que pagar gastos de envió a un módico precio.
Si deseas probar estos pancitos llenos de tradición y antigüedad, no dudes en visitar este lugar que te hará viajar al pasado.
Así que date una vuelta porque este rinconcito está abierto de lunes a sábado de 6:30 hasta que se venda el último pan.