La quinoa o también conocida como quinua, es una semilla comestible que en los últimos años se ha puesto de moda entre las personas amantes de la comida saludable, ya que está repleta de valiosos nutrientes. Es por eso que en reconocimiento a su alto contenido nutricional, la ONU declaró 2013 “El Año Internacional de la Quinoa”.
Esta semilla de los ancestros es una gran alternativa libre de gluten. Hay diversos tipos de quinoa, pero las más comunes son la blanca y la roja. La quinoa crece en Sudamérica, fue parte de la dieta básica de los Incas y sigue siéndolo de sus descendientes.
Un dato interesante es que cuando los fanáticos de la alimentación estadounidenses y europeos la descubrieron, se entusiasmaron de tal manera que la presentaron como una alternativa superior al bulgur, cuscús y arroz.
Entre los beneficios y propiedades más destacados tenemos, que es rica en proteínas completas con todos sus aminoácidos esenciales, es una fuente de omega 3, contiene calcio, magnesio, potasio, hierro y zinc. También contiene un buen porcentaje de fibra, lo que permite mantener limpio el tracto digestivo y a su vez elimina toxinas.
De igual forma no contiene gluten, es baja en grasa. Además, ayuda a reducir el colesterol convirtiéndose en un ingrediente esencial para la elaboración de una dieta sana.
5 razones para amarla
1- La quinoa contiene el más alto perfil nutricional entre todos los granos y es de los que se cocina con mayor rapidez. No contiene gluten y es muy fácil de digerir.
2- Contiene todos los aminoácidos necesarios para formar una proteína completa. Alto contenido de vitaminas B, hierro, zinc, potasio, calcio y vitamina E.
3- Pertenece a la familia de las quenopodiáceas (como las espinacas, acelgas y remolachas) pero se compara con los cereales por su composición y su forma de ingerirla.
4- Su balance proteico es similar a la leche y tiene más proteínas en comparación con el arroz, elmijo o trigo. Es un carbohidrato complejo, con un bajo índice glucémico, por lo que es muy usado para el control de peso.
5- Las semillas de quinoa cocidas se tornan suaves y cremosas, con una textura crujiente y un sabor delicado. Y son versátiles: pueden servir de cereal en el desayuno, en la ensalada en el almuerzo y como acompañante a la hora de la cena.
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