Muchas personas interpretan la palabra «dieta» como una restricción de ciertos alimentos con el fin de alcanzar objetivos como perder peso, mantener una figura esbelta o tratar enfermedades que requieren limitar ciertos alimentos. En la actualidad, con el avance de la tecnología y las redes sociales, es fácil encontrar una gran cantidad de información en internet, aunque no siempre sea precisa. En algunas ocasiones, las personas al no poder costearse un nutricionista o por preferir no invertir en ello, se recurren a lo que se conoce como dietas de moda.
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¿Qué son las dietas de moda?
Una dieta de moda es aquella que se vuelve popular durante un período de tiempo sin estar respaldada por recomendaciones dietéticas estándar. Estas dietas suelen prometer una pérdida de peso rápida e irrazonable, así como mejoras en la salud sin fundamentos sólidos. Por lo general, estas dietas incluyen elecciones alimenticias inusuales o muy restrictivas, lo cual puede resultar en problemas de salud graves a largo plazo.
Al promover una pérdida de peso rápida pueden provocar un problema en el metabolismo y causar un aumento de peso en el futuro o dificultades para mantener la pérdida de peso, lo que comúnmente se conoce como efecto rebote. Estas dietas conllevan riesgos como deficiencias de nutrientes esenciales, debilitamiento del sistema inmunológico, deshidratación, palpitaciones y estrés cardíaco.
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Las famosas dietas de moda
Las dietas de moda a menudo implican la eliminación de grupos completos de macro y micronutrientes, como los cereales, las frutas y los lácteos, o incluso recomiendan renunciar por completo a los alimentos sólidos. Esto no siempre resulta beneficioso para la salud, por ello, te presentamos algunas de las dietas más populares en internet y las posibles complicaciones que pueden surgir.
Dieta keto o cetogénica
Quemar grasa se considera una estrategia ideal para perder peso. La dieta cetogénica, que implica consumir menos del 10% de las calorías provenientes de carbohidratos y más del 70% de las calorías provenientes de grasas, se basa en el consumo de alimentos de origen animal en lugar de alimentos de origen vegetal. Esta dieta busca una ingesta muy baja de carbohidratos y un alto consumo de grasas para que el cuerpo utilice la grasa almacenada como combustible en lugar de los carbohidratos.
Sin embargo, la dieta cetogénica no es considerada saludable, ya que restringe grupos alimenticios esenciales para la salud cardiovascular y promueve fuentes de grasas saturadas desaconsejadas.
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Ayuno intermitente
El ayuno intermitente es una práctica en la que las personas restringen su ingesta de alimentos durante un período de tiempo, que puede ser de días o semanas, con el objetivo de perder peso y mejorar la salud.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja este tipo de ayunos, ya que pueden afectar negativamente la salud de la persona y no todas las dietas son adecuadas para todas las personas. Los efectos adversos a largo plazo del ayuno intermitente pueden persistir después de períodos prolongados y requieren tiempo para detenerse.
Los dolores de cabeza, la baja energía, la sensación de hambre descontrolada, el mal aliento, los cambios de humor e incluso la desnutrición son efectos secundarios comunes que pueden experimentarse al practicar este tipo de ayuno. Además, se pueden observar cambios en la salud intestinal con el tiempo.
Dieta atkins
La dieta Atkins se basa en la teoría de que al limitar la ingesta de carbohidratos, el cuerpo quema grasa en lugar de carbohidratos para obtener energía, lo que lleva a la producción de cuerpos cetónicos. Sin embargo, el exceso de cuerpos cetónicos en el organismo puede ser tóxico.
Seguir la dieta Atkins puede aumentar el consumo de grasas saturadas y trans, lo que eleva los niveles de colesterol «malo» y triglicéridos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. A largo plazo, esta dieta puede provocar déficit de nutrientes al limitar alimentos saludables ricos en carbohidratos. Además, no es sostenible a largo plazo ni promueve hábitos alimenticios saludables, lo que aumenta el riesgo de efecto rebote.
Es fundamental recordar que no hay soluciones rápidas ni milagrosas para la pérdida de peso y la salud. Es preferible adoptar un enfoque equilibrado y sostenible que incluya una variedad de alimentos nutritivos. Si se decide seguir una dieta, es importante hacerlo bajo la supervisión de un nutricionista certificado para garantizar la salud y el bienestar.
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