Cada mañana, nuestro cuerpo se prepara para afrontar el día, por lo que es fundamental alimentarlo con lo que realmente necesita. Harvard ha generado un gran interés al presentar su concepto del desayuno ideal para una alimentación saludable, que ha reemplazado la tradicional pirámide nutricional con la que muchos de nosotros crecimos. La universidad publicó un estudio sobre qué alimentos consumir por la mañana y cómo estos impactan en nuestro rendimiento a lo largo del día.
Aunque el desayuno es una comida importante, los expertos de Harvard señalan que no es estrictamente imprescindible; su relevancia depende del estilo de vida y las actividades de cada persona. Monique Tello, médica e investigadora especializada en nutrición de esta prestigiosa institución, escribió un artículo en el que, de manera clara y práctica, aborda los alimentos esenciales para comenzar el día y aquellos que conviene evitar, teniendo en cuenta el ritmo de vida actual.
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Para iniciar la jornada con energía y vitalidad, Monique Tello recomienda que el desayuno incluya alimentos de bajo índice glucémico, ricos en proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables. Por otro lado, sugiere evitar azúcares simples, sal y grasas de baja calidad presentes en productos como panes industriales, galletas, pan blanco, embutidos, cereales procesados y jugos o licuados azucarados.
Importancia de un desayuno saludable
El desayuno es considerado la comida más importante del día debido a que los alimentos que se ingieren son los primeros después de un largo periodo de ayuno derivado de las horas en las que se está dormido; el desayuno además precede las horas del día en las que se lleva mayor actividad y por lo tanto, mayor gasto de energía. Las personas que desayunan adecuadamente tienen un mayor rendimiento tanto físico como intelectual; aportando del 20 al 25% del requerimiento calórico diario además de que contribuye a que se logre una ingesta de nutrientes adecuada; vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas.
Las personas que no desayunan tienen una mayor probabilidad de presentar obesidad debido a que se someten a ayunos prolongados y cuando se recibe la primera comida el cuerpo responde acumulándola como reserva de energía.
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¿Cómo preparar un buen desayuno?
Elige alimentos naturales y de alta calidad evitando los productos envasados. Es esencial incluir una variedad de vegetales, grasas saludables y proteínas en cada comida. Los vegetales deben ocupar más de la mitad del plato, mientras que las grasas y proteínas ayudan a mantener la saciedad y aportan nutrientes vitales. Opta por grasas saludables como aguacate, aceite de oliva, nueces y semillas. Para proteínas, opta por carnes orgánicas, pescados grasos, legumbres y frutos secos. Si consume lácteos, busca opciones caseras o de productores orgánicos para evitar aditivos indeseables.
Las frutas son mejores consumidas enteras en lugar de en jugo, ya que así se obtienen fibra y nutrientes. Si decide incluir pan o tostadas, asegúrese de que sean de harina de alta calidad y no el ingrediente principal del desayuno.
Evite ingredientes poco saludables como embutidos comerciales, cereales procesados, lácteos industriales y productos horneados comerciales. Optar por alternativas más nutritivas puede mejorar tu bienestar general.
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