¿Cómo lavar las fresas correctamente para mantener su frescura?

Las fresas son frutas delicadas y altamente perecederas, por lo que es fundamental saber cómo limpiarlas y almacenarlas correctamente para disfrutar de su frescura por más tiempo. Aquí te compartimos algunos consejos clave para lavar las fresas, asegurandote de que se encuentren limpias, seguras y listas para consumir o utilizar en tus recetas favoritas.

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Las fresas aportan vitamina K, la cual es fundamental para la coagulación sanguínea y la salud ósea.

¿Cómo lavar fresas de forma correcta?

1. Lava tus manos antes de manipular las fresas
Antes de comenzar, asegúrate de que tus manos estén limpias para evitar transferir bacterias a las fresas. Usa agua y jabón para lavarlas adecuadamente.

2. Enjuaga las fresas con agua fría
Coloca las fresas en un colador y enjuágalas bajo un chorro de agua fría. Este paso eliminará la suciedad superficial. No remojes las fresas, ya que pueden absorber agua y perder su sabor y textura.

3. Desinfección opcional con vinagre o bicarbonato
Para una limpieza más profunda, especialmente si las fresas no son orgánicas, mezcla una parte de vinagre blanco con tres partes de agua. Sumerge las fresas durante 5 minutos, luego enjuágalas bien con agua fría. Alternativamente, puedes disolver una cucharadita de bicarbonato en agua y remojar las fresas por unos minutos antes de enjuagarlas.

4. Retira los tallos después de lavar
Es importante retirar los tallos y las hojas de las fresas después de lavarlas, ya que esto evita que absorban agua durante el proceso de limpieza, lo cual podría afectar su sabor y textura.

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5. Seca las fresas adecuadamente
Coloca las fresas lavadas en una toalla de papel o un paño limpio y déjalas secar al aire, o sécalas suavemente con el paño. Esto ayuda a mantener la frescura de las fresas y previene el crecimiento de moho.

6. Almacena correctamente en el refrigerador
Una vez limpias y secas, guarda las fresas en un recipiente forrado con una toalla de papel para absorber el exceso de humedad. Asegúrate de no apilar las fresas unas sobre otras para evitar que se magullen. Coloca el recipiente en el refrigerador y consume las fresas lo antes posible para disfrutar de su mejor sabor.

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