7/ Destapa el vino fácilmente
A todos nos ha ocurrido en una u otra ocasión, tenemos entre manos una botella de vino pero no tenemos ningún utensilio con el que abrirla. Quizás empujar el corcho es la forma más intuitiva de abrir una botella sin sacacorchos, pero es más difícil servir el vino y, lo que es peor, se quedan restos de corcho en la botella, ni es la más sencilla.
Con un cuchillo quizás no tienes a mano ni tornillos, ni clavos, ni martillos, pero sí un cuchillo. Si este tiene un filo lo suficientemente aceptable (si es de sierra mejor), y de una anchura menor al corcho, estás de suerte. Sencillamente, coloca la botella en posición vertical e introduce cuidadosamente el cuchillo, con movimientos pendulares y algo de presión hacia abajo.
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Una vez que hayas logrado clavar bien el cuchillo en el corcho, retuerce este cuidadosamente y tira de forma suave hasta sacarlo. Es el método más peligroso, pues podrías cortarte, así que no lo utilices si no cuentas con un cuchillo decente o no eres especialmente cuidadoso.
8/ Averigua si un huevo es viejo o fresco
Este alimento se considera fresco hasta los 28 días después de la puesta, pero siempre y cuando se haya conservado bien, es decir, que no haya sufrido cambios térmicos bruscos y que se haya puesto en la nevera inmediatamente después de la compra. Tras los 28 días, es posible que pierdan frescura y también parte de sus cualidades.
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Saber si un huevo es fresco o no te será más sencillo después de saber este truco. Coloca los huevos en un recipiente lleno de agua, si notas que alguno de los huevos está flotando, esto significa que el huevo es viejo y que está en mal estado. Quédate con los que se quedan en el fondo del recipiente.