Ordenar y seleccionar
Cuando la alacena ya esté vacía y limpia, es momento de seleccionar los alimentos que conservarás y cuáles no. Si sientes que hay alguno que realmente no lo vas a usar pronto y aún está en buen estado, regálalo. Te puedes ayudar de hacer un inventario de los suministros, evitando aferrarte a lo que “alguna vez usarás” sólo por si acaso.
Entre las cosas que no vale la pena conservar están las latas abolladas, bolsas o cajas con alguna rotura, especias de hace más de un año, productos vencidos, o cualquier otro alimento en grano con fecha de compra desconocida.
+Te puede interesar: 5 mejores tips de mamá para crear hábitos de limpieza en la cocina