2. Pastelitos de perro fritos con chismol
En las esquinas de los barrios y mercados de Tegucigalpa no pueden faltar los puestos de venta de pastelitos de perro. Esta es una de las comida callejera a la que es imposible resistirse y que los capitalinos amamos. La combinación de sabores y texturas hace de los pastelitos de «perro» como se le conocen popularmente una de las golosinas preferidas. Aunque también se les conoce como pastelitos de maíz.
¿Por qué el nombre de pastelitos de perro?
Cuentan las abuelitas que ese nombre viene por el relleno del pastelito, debido a que en los años 60 y 70 la comida que se le daba a los perros eran las sobras del almuerzo, que por lo general era arroz, carne y papas, justo el relleno de tan apetecida golosina. Es por ello que en la capital se le comenzó a dar el nombre de pastelito de chucho o de perro y actualmente es uno de los platillos emblemáticos de esta ciudad.
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