El sabor del café hondureño destaca por su calidad y representa la cultura e identidad nacional de cada catracho que disfruta de esta deliciosa bebida en cualquier momento del día. Ya sea fría o caliente, es ideal para acompañar cualquier panadería e incluso platos típicos. A pesar de ser un país pequeño, Honduras cuenta con extensas áreas cafetaleras, muchas de las cuales se encuentran en altitudes elevadas. Estas condiciones favorecen la producción de un café excepcional, gracias a los microclimas únicos y las técnicas artesanales que preservan su pureza.
+Descubre: Alianza de mujeres en café Honduras
Los caficultores hondureños trabajan con pasión y dedicación para ofrecer al mundo una taza de café excepcional que refleje la riqueza de su tierra.
Origen
La historia de la producción del café hondureño se remonta al siglo XIX, aunque el origen exacto de los primeros granos en el país sigue siendo un misterio. Según Pompilio Ortega, director del primer boletín oficial del café, los granos llegaron de Costa Rica y fueron sembrados en Manto, un pequeño pueblo en Olancho.
Fue en la década de los 50 del siglo pasado cuando la industria cafetalera comenzó a tomar impulso. En sus inicios en Centroamérica, el café se utilizaba con propósitos medicinales. Aunque en Honduras, esta práctica evolucionó hacia su consumo como bebida disfrutada durante las comidas diarias.
En la casa de los hondureños nunca puede faltar un buen café producido por manos hondureñas.
Las primeras importaciones de café para consumo como bebida datan de 1833 y provenían principalmente de Belice. Los registros aduaneros muestran que las casas comerciales extranjeras importaban tanto café como utensilios necesarios para su preparación. Aunque no se sabe con certeza si existían lugares públicos para consumir café en Honduras en esa época, documentos posteriores indican una continua importación de cafeteras en grandes cantidades a partir de 1860.
+Aprende: Torta de café y chocolate
Las características del café de Honduras
El sabor del café hondureño se distingue por las características únicas que lo hacen sobresalir, gracias a la perseverancia y habilidad de los agricultores para lograr cosechas excepcionales. El secreto detrás del café hondureño radica en una combinación de dos factores clave:
El clima único
Los granos de café hondureño se distinguen por su aroma afrutado y su agradable acidez, atributos que se deben al clima tropical y al terreno montañoso en el que se cultivan. Las generosas lluvias contribuyen a la calidad de las cosechas, enriqueciendo aún más sus distintivos sabores.
La altitud
Los cafés cultivados a gran altitud tienden a desarrollar un grano con mayor acidez. Dado que la mayoría de las fincas cafetaleras en Honduras se encuentran a más de 1000 metros sobre el nivel del mar, esta altitud favorece el cultivo de café con estas características distintivas.
+Conoce: Café de hondureño, José Cuellar, participará en prestigioso evento en Dinamarca
Las ricas cosechas de café de Honduras destacan en el mundo entero.
Proceso de producción del café
El procesamiento del café es fundamental en la creación de una taza excepcional. Te compartimos cada paso que conlleva a deleitarte con esta exquisita bebida:
Plantación: inicia el ciclo natural en el cual se ve crecer la semilla, hasta convertirse en un cafeto que pueden llegar a medir unos los 10 metros de altura. La forma del sembrado y del manejo del cultivo son elementos fundamentales para la calidad del grano.
La cosecha: esta se produce anualmente cuando las cerezas de café están maduras.
Procesamiento: se elimina la pulpa de las cerezas del café y se seca para transformar el café recolectado en café listo para las etapas venideras. Según el método seleccionado (húmedo o seco), el sabor del café obtendrá características diferentes en su sabor.
El curado: se materializa antes de su exportación. Su función principal es eliminar la cascara que recubre al grano para clasificarlo según su calidad, forma y tamaño.
Catación del café: es la degustación y se lleva a cabo en distintos momentos del proceso. Su objetivo es analizar su calidad y sabor.
El tueste: el café obtiene su sabor y aroma más característico. El grano es sometido a altas temperaturas que alcanzan los 200°, aumenta su tamaño entre un 80-100%, y pierde peso, disminuye su cafeína, y finalmente adquiere su color característico.
Molienda: reducción del tamaño del grano a polvo, se prepara el café justo después de este proceso, obteniendo un aroma y sabor más intenso.
Preparación: se realiza al gusto del consumidor, ya que existen muchas formas de prepararlo.
Cada taza de café hondureño es un deleite para los sentidos, una muestra del arduo trabajo y la pasión que se dedica a su cultivo. ¡Descubre el sabor único del café hondureño y déjate cautivar por su exquisita calidad!
+Te puede interesar: La pasión del café hondureño, un tesoro de tradición y sabor
También te puede interesar
Bebida de nance Bebidas
Por Buen Provecho 
Sopa de carne molida Almuerzos, Cenas
Por Buen Provecho 
Puré de papas rostizado Complementos
Por Chef Daniel O'Connor 
