El caldo de pollo es un plato reconfortante y nutritivo que forma parte de las tradiciones culinarias de muchas culturas. Desde Asia hasta América Latina y Europa, cada región tiene su propia versión con ingredientes y técnicas únicas, pero con el mismo propósito: ofrecer un caldo delicioso, ideal para compartir y disfrutar en familia. Hoy te llevamos a un viaje gastronómico para descubrir las versiones más populares de este caldo en distintas partes del mundo.
Caldo de pollo en Asia
1. Caldo de pollo japonés (Tori no Suimono)
En Japón, el caldo de pollo o «Tori no Suimono» es ligero y muy aromático. Se prepara cocinando muslos de pollo con dashi (caldo base hecho con alga kombu y bonito seco), salsa de soya ligera, jengibre fresco, cebolla verde o puerro, y hongos shiitake. Cocina todos estos ingredientes a fuego lento hasta que se integren bien los sabores. Sirve el caldo con algunos vegetales y trozos de pollo, y acompáñalo con arroz o tofu para una comida ligera y deliciosa.
2. Caldo de pollo tailandés (Tom Kha Gai)
El «Tom Kha Gai» es una sopa tailandesa con sabores ácidos, dulces y picantes, gracias a la leche de coco, limón y chile. Cocina pechugas de pollo en trozos con leche de coco, jengibre o galanga, hojas de lima kaffir, lemongrass, chiles rojos, salsa de pescado, jugo de limón y cilantro fresco. Lleva a ebullición la leche de coco con las especias, añade el pollo y cocina hasta que esté tierno. Ajusta el sabor con limón y salsa de pescado antes de servir, y decora con cilantro fresco. Esta receta es una explosión de sabores auténticos y muy populares en la gastronomía tailandesa.
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Caldo de pollo en América Latina
1. Caldo de pollo mexicano
El caldo de pollo en México es sencillo, pero muy nutritivo y reconfortante. Cocina muslos o pechugas de pollo con ajo, cebolla y sal; cuando estén listos, añade verduras como calabacitas, zanahorias, papas y chayote en cubos, y cocina hasta que estén tiernas. Sirve el caldo caliente con cilantro fresco, y acompaña con limón y chile serrano para darle un toque auténtico mexicano. Este caldo es muy popular para los días fríos o para aliviar el malestar físico.
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2. Ajiaco colombiano
El ajiaco es una sopa tradicional de Colombia, particularmente famosa en Bogotá. Cocina muslos de pollo con cebolla y ajo; retira el pollo y agrega papas criolla, sabanera y pastusa junto con mazorcas de maíz. Cocina hasta que las papas comiencen a deshacerse y espesar el caldo, añade guascas para dar un sabor característico. Sirve el caldo con el pollo desmenuzado, y acompaña con crema de leche y alcaparras. Este plato espeso y reconfortante es perfecto para días fríos.
Caldo de pollo en Europa
1. Bouillon de Poulet (Francia)
El «Bouillon de Poulet», o caldo de pollo francés, es una base clara y sabrosa, perfecta para otras sopas. Cocina muslos y huesos de pollo con puerro, zanahoria, apio, cebolla y un bouquet garni (un ramito de tomillo, laurel y perejil), a fuego lento durante varias horas. Al final, cuela y ajusta con sal y pimienta. Este caldo es ideal como base para otros platos, o para disfrutar solo en una taza caliente.
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2. Caldo gallego (España)
En Galicia, España, el caldo gallego es robusto y lleno de sabor. Cocina muslos de pollo y un hueso de jamón junto con papas, repollo y chorizo en rodajas, más ajo y cebolla. Cocina todos los ingredientes hasta que las papas estén tiernas y el repollo bien cocido. Sirve el caldo con trozos de chorizo y pollo, y disfruta de esta receta típica de los inviernos gallegos, especialmente reconfortante y contundente.
El caldo de pollo es una preparación que une culturas y atraviesa fronteras. Ya sea ligero y aromático como el japonés, cremoso y especiado como el tailandés, o robusto y sustancioso como el gallego, cada versión tiene algo único que ofrecer. La próxima vez que quieras probar algo nuevo, anímate a preparar uno de estos caldos y descubre cómo cada cultura pone su toque especial en este plato universal.
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