Magdalena Duarte triunfa con la venta de donas para sostener a su familia

Magdalena Duarte, es una hondureña tenaz y perseverante, quien día con día sale a las calles de Tegucigalpa a vender sus deliciosas donas y empanadas rellenas para garantizar el sustento de sus hijos. Con su emprendimiento ha logrado conquistar el paladar de muchas personas, pero también ha podido sacar adelante a su familia.

“Yo emprendí este negocio pidiéndole a Dios para poder darle un sustento a mis tres hijos”, comenzó diciendo Duarte a Buen Provecho.

Esta madre guerrera inició su emprendimiento durante la pandemia por el COVID-19, ya que antes de esto ella tenía su puesto de golosinas en la calle pero se vio forzada a cerrarlo. Sin embargo, gracias al amor por su familia y su determinación decidió mantenerse activa y no quedarse de brazos cruzados.

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Esta hondureña ha logrado mantener a su familia gracias a su esfuerzo.

Magdalena Duarte

Al principio, la situación era extremadamente difícil para Magdalena Duarte, ya que tenía que cuidar a sus hijos, porque los pequeños no podían quedarse solos. En ese contexto, esta hondureña comenzó a hacer estos deliciosos postres y a venderlos personalmente. Con el tiempo, dos personas más se unieron a ella para expandir la venta de sus productos.

“Yo me puse a buscar por medio del teléfono las recetas, la primera vez no me salió bien, a la segunda me salió mucho mejor y ahí fue donde dije en este negocio me quedo”, continuó contando Duarte.

Una vez que esta hondureña comenzó a vender sus productos, ha logrado sustentar su hogar y pagar los estudios de sus hijos. Logrando dejar encantados a todos los que le compran sus productos, ya que en cada preparación pone parte de su amor y dedicación.

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Las donas típicas hechas por María Magdalena que deleitan en toda la capital.

Productos que elabora

El emprendimiento de Magdalena ofrece donas típicas con azúcar y empanadas de leche, pero también se adapta a los gustos de sus clientes, preparando donas de chocolate por encargo. Cos sus preparaciones ha logrado crear su clientela fiel y la podido expandirse en diferentes zonas de la capital.

Duarte recorre incansablemente Tegucigalpa y Comayagüela, comenzando su jornada a las 2:30 pm y finalizando a las 6:30 pm. Siempre impulsada por la misma motivación: llegar a casa y proporcionar a sus hijos lo que necesitan. Las calles de la capital son testigos del esfuerzo de María Magdalena, quien, incluso cuando sus piernas flaquean, persevera con una sonrisa en su rostro en busca de clientes que puedan adquirir sus deliciosos productos.

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Personas como María Magdalena Duarte son un motivo de orgullo y nostalgia en Honduras. En un país donde las oportunidades son limitadas, los hondureños como ella salen cada día en busca de sustento y motivación para superarse. Son un testimonio del ingenio y la dedicación de la gente honrada y trabajadora que abunda en nuestra nación, recordándonos que siempre hay esperanza en el esfuerzo constante.