La despensa o alacena de la cocina, lugar donde se guardan alimentos y condimentos, rara vez es un lugar de la casa que dedicamos tiempo y energías en limpiar y acomodar. Sin embargo debe ser ser primordial la organización, limpieza y orden de esta área de tu cocina.
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Al mantener la alacena desordenada no sabrás con exactitud con qué alimentos cuentas para elaborar las comidas, y esto te lleva a que termines preparando una comida rápida y de sabor común. Y en muchos casos al no ordenar la alacena tus productos se terminarán dañando. En cambio, tenerla bien ordenada con los alimentos a la vista, puede mejorar la eficiencia en las compras y la cocina.
Esos son cinco sencillos pero útiles pasos para mantener una alacena en perfecto estado:
Paso 1: Vaciar por completo la alacena

Es necesario limpiar antes de colocar los alimentos.
Para comenzar a ordenar una despensa de la cocina, debes vaciarla por completo. Saca todo lo que tengas, sin importar que sea desde los pequeños recipientes y envases de especias, los paquetes y demás frascos.
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Los pequeños frascos tienden a caerse y perderse de la vista, y así perder la oportunidad de usarlos. Limpiando por completo la alacena pueden descubrirse joyas ocultas dejadas totalmente en el olvido.
Paso 2: Revisar la fecha de expiración de los productos

Siempre es recomendable revisar los productos antes de ser consumidos
Después de que hemos limpiado, es necesario revisar producto por producto, esto con el fin de saber si hay algún empaque que haya expirado.
Hacer esto también te ayuda a que si algún ingrediente está pronto a vencerse, entonces podrás usarlo a tiempo y así evitar desperdicios y fuga de dinero.
Paso 3: Ordenar y seleccionar

Desecha los productos vencidos o con fecha de procedencia desconocida.
Cuando la alacena ya esté vacía y limpia, es momento de seleccionar los alimentos que conservarás y cuáles no. Si sientes que hay alguno que realmente no lo vas a usar pronto y aún está en buen estado, regálalo. Te puedes ayudar de hacer un inventario de los suministros, evitando aferrarte a lo que “alguna vez usarás” sólo por si acaso.
Entre las cosas que no vale la pena conservar están las latas abolladas, bolsas o cajas con alguna rotura, especias de hace más de un año, productos vencidos, o cualquier otro alimento en grano con fecha de compra desconocida.
Paso 4: Clasificar por categorías

Al clasificar tendrás a la mano los productos necesarios.
Luego de saber cuáles productos sí dejarás en la alacena, clasifica los elementos que han quedado según una categoría similar, como lo hacen las tiendas de comidas.
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Por ejemplo, los productos en latas en un estante, mientras que los condimentos en otra. Todo lo que se consume en el desayuno por otro lado. Con la alacena organizada, es más fácil identificar lo que necesitarás en su momento.
Paso 5: Organizar la alacena

Puedes utilizar recipientes hermético para almacenar algunos productos.
No todos los alimentos es recomendable dejarlos en su envase original. Usa contenedores, cajitas, o frascos herméticos para verter en ellos algunos de los condimentos o productos según consideres mejor. Así, conservarás los alimentos frescos y tu alacena se mirará más ordenada, limpia y de fácil acceso.
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