Estas recetas de paletas heladas para hacer en casa son realmente muy sencillas. Solo se mezclan los ingredientes, se ponen en moldes de helados y se llevan al congelador. Al cabo de un par de horas de enfriamiento ya las puedes saborear; la parte más difícil es la de escoger cuál de estas recetas de paletas o pilones congelados hacer primero.
A pesar que las vacaciones de verano ya pasaron, el calor todavía nos visita cada tarde y es importante mantenernos hidratados. Lo mejor es que podemos hacerlo de manera divertida y deliciosa con unas ricas paletas.
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Aquí te dejamos algunas ideas para sustituir las paletas de la tienda con conservadores, colorantes y saborizantes artificiales, y consentir a los pequeños del hogar con opciones 100% naturales. ¡Te aseguramos que te encantarán y además, están repletas de nutrientes!.

Unas paletas que puedes elaborar en la comodidad de tu hogar.
1/ Paletas de fresa
Estas paletas heladas de fresas son cremosas y muy deliciosas y están hechas con fresas frescas, lo que las convierte en el postre ideal para cualquier momento. El helado de fresa hecho en casa es aún más bueno que el comprado y cuenta con muchas propiedades. Además, requieren muy pocos ingredientes.
Las fresas cuentan con una gran cantidad de nutrientes. Son bajas en calorías, ayudan a reducir el nivel de colesterol malo en sangre y perder peso, potencian la salud ocular y el sistema inmunitario. Son ricas en vitaminas del complejo B como la vitamina B6, y minerales como el potasio y el magnesio, entre otros.
¿Cómo hacerla?
El primer paso es reunir todos los ingredientes; desinfecta muy bien las fresas, colocándolas en un recipiente con agua fría. Posteriormente, enjuagarlas muy bien y retírale la hoja a cada una de ellas. Corta 1 taza de fresas en cubos pequeños, colócalas en un tazón, añade 3 cucharadas de azúcar y 2 cucharadas de miel; deja reposar unos 15 minutos. Luego licúa con ½ taza de agua y vierte en los moldes para paletas heladas. Lleva las paletas de fresas al congelador durante 6 horas como mínimo o toda la noche.
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Además de ser un postre sencillo, también disfrutas sus vitaminas.
2/ Vasitos de sandía
La sandía, que además de su rico sabor, es bastante económica. La manera en que mejor las puedes disfrutar es en forma de paletas. Simplemente se licúan con un chorrito de agua y en cuestión de horas, obtienes un rico postre. ¡Estos vasitos de sandía son irresistibles, pero no son aptos para menores de edad!
La sandía es una fruta fresca muy sabrosa que cuenta con un gran contenido de agua, lo que la hace perfecta para saciar la sed en los días calurosos. Además, es muy baja en hidratos de carbono y en calorías, y muy rica en vitamina C. Esta vitamina es un antioxidante que protege a las células contra los daños ocasionados por los radicales libres, quienes causan enfermedades crónico-degenerativas. Incluye en tu alimentación a través de estos vasitos helados de sandía.
¿Cómo hacerlos?
Pon 2 tazas de sandía en una licuadora junto ½ taza de leche condensada y ½ taza de aguardiente ; licúa la fruta hasta que esté líquida y sirve en los vasitos, coloca el palito y lleva al congelador aproximadamente 6 horas o déjalas toda la noche. Sirve y ¡disfruta!
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